martes, 11 de mayo de 2010

Bicentenario a mi gusto.


En todas partes se habla por estos lares del "Bicentenario" hay anuncios en la tele, en las carreteras, eventos especiales y mucho ruido por la celebración de 200 años de nuestra independencia y los 100 años de nuestra revolución. Yo digo que las cosas estaban muy mal en México como para andarnos con fiestecitas, pero ¡bah! patriotero que es uno, el sentimiento me envolvió y decidí celebrar el bicentenario muy a mi gusto. Esto es mostrando el México que no es ni del turismo internacional, ni de los delincuentes. El México anónimo, el que sale todos los días a trabajar y mantiene este país de pie.

Pretendo lograr 32 entradas, cada una haciendo referencia a cada uno de los estados de la república.

Vamos a empezar por Aguascalientes:

Dicen que Aguascaliente es "la joya de la corona" es una ciudad limpia, ordenada, conservadora. Huele a provincia, a galas, a musica, a paseo y a parques. En este estado de la república, específicamente en su capital que se fundo como "La Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las aguas calientes" se guardaban cargamentos de plata que venían a la Ciudad de México y yo creo que algo de esa plata se les quedo por que en México es la octava ciudad con mas desarrollo humano del país, pero aquí en secreto lo que yo mas le envidio a mis paisanos hidrocalidos es la Feria de San Marcos que con su muestra ganadera, es la mas grande de Iberoamerica.

Bueno, esto es lo que digo yo de Aguascalientes, pero como dije al principio de esta entrada, quiero mostrar el México de la gente común y corriente, aquí esta lo que dice Tania Valladares de "La Feria de México"

Ahhh la Feria, la Feria Nacional de San Marcos, la Feria de México (creo que cada estado llama así a su Feria, pero nomás en Aguascalientes tenemos razón), dicha celebración data de 1828 cuando se realizaba en el último trimestre del año, luego a raíz de la inclusión del Jardín de San Marcos allá por 1842, deciden cambiarla a abril para que coincida con el 25 de abril, fecha en la que se celebra a San Marcos, frente a cuya Iglesia se construyó el famoso jardín.

Así que cerca de dos siglos de tradición respaldan a esta Feria conocida si, le guste a quien le guste, como la Feria de México, todo tipo de historias y tradiciones se cuentan acerca de esta feria, algunas plasmadas en uno de los murales del Palacio de Gobierno que sin duda recomiendo visitar, como aquella que afirma que las mujeres caminaban dando vueltas (no sobre su propio eje porque sería ridículo) alrededor del jardín en un sentido y los hombres en el sentido contrario, si se trataba de parejas, caminaban en el mismo sentido que las damas, esto permitía que las miradas se cruzaran y la primavera hiciera de las suyas, ahora la cosa ha cambiado un poquito, las damas brincan en las gradas de los antros y los caballeros…pues también, se hacen todos bolas y la primavera hace de las suyas…eso! La primera siempre hace de las suyas, hay cosas que no cambian después de todo.

Recuerdo lo que era ir de niña a la feria, me encantaban los juegos esos en los que hay una tabla de madera con hoyos y números, uno aventaba las canicas y al final el puestero sumaba los puntos y te entregaba sendo regalo que generalmente consistía en un cochinito de barro con ojos de canica y el peluchote ese del fondo al que le querías atinar, se ganaba con una cantidad de puntos matemáticamente imposible de lograr sumaras como sumaras los puntos de la tabla, así que tenía yo un cochinito de barro por cada vuelta a la feria, eso no ha cambiado mucho, también están los tristes pollos pintados de colores que se te mueren a las doce horas de adquiridos y que graban en tu memoria un espectáculo dantesco cuando los encuentras tiesos tiesos en su cajita, Papás, no lo hagan, de verdad. Luego los juegos mecánicos, ah! eso si que era divertido, pagar para sentir que el alma se te sale por la boca y regresa a su lugar en la próxima vuelta, entonces claro, uno le encontraba mucho sentido, entre juego y juego había siempre una carpita de esas que prometen mostrarte a “Catita, la niña más pequeña del mundo” por cinco pesos y entonces, en mis tiempos, había una carpa espantosa donde se presentaba un espectáculo de títeres bastante lúgubre pero con cierto e innegable encanto, luego la ruta gastronómica de regreso a casa, a comprar cuánta chunche se atravesaba, chaskas, papas y por supuesto algodones azúcar…tirar dinero a lo tarugo pues, pero muy divertidos eso si.

Cuando uno crece la diversión toma otros tintes y casi todos por acá sabemos que esta es la ruta correcta si quieres decir que viniste a la feria: comida – Toros – casino – palenque – antros (antes barras o stands) favor de incluir alcohol y tambora en todos los trayectos y por supuesto alcohol en todos los…en todo pues.

Los tiempos cambian, las tradiciones crecen, cambian o se abandonan, a los viejos les queda nomás el recuerdo, a los niños la novedad y a los demás el quejadero cada año por lo que esta vez pusieron o dejaron de poner.

En mi caso particular puedo decir que he vivido la Feria casi desde todo ángulo, como niña, adolescente, mujer, Mamá, novia, como cadenera en un antro (oh si), como corredora de apuestas en un book, he vendido y comprado y cada año, más de una vez digo: la Feria? No que horror, ríos de gente, mares de alcohol, ruido diverso, duro y tupido, como a que voy? Y viene la memoria a hacer su trabajo, el recuerdo de los buenos momentos, de los tragos vertidos, los espectáculos presenciados y las experiencias vividas… y que creen? Ahí voy.

Y ahora 28 años después de mi llegada a esta ciudad, mañana como cada año desde hace siete, llevaré mañana a mi hija, caminaremos entre los puestos, aventará canicas, se ganará un cochinito, me negaré a comprarle un pollo rosa, disfrutaremos una spiropapa, me obligarán a comprar su foto en un horrible llavero, le pintaran la cara de princesa, le dará comezón, llorará, tendré que despintarla a medias con toallitas húmedas, entrará a ver las serpientes del amazonas, me obligará a jugar basketball para ganar el mega oso de peluche que tienen exhibido y que por supuesto jamás consigo, nos subiremos a las tacitas locas, me abrazará cuando el gusano loco baje de zopetón, nos sentaremos exhaustas a tomar unos refrescos de treinta pesos, se tomará una foto en un pony y regresaré a casa cargándola, dormida como tabla mientras siento que los brazos se me desprenden del cuerpo.

…y quien sabe, quizás dentro de 28 años estará escribiendo algo como esto, invitando a la gente a venir, a conocer, a disfrutar y gritará como yo cada vez que escuche: VIVA AGUASCALIENTESN!!! VIVAAAAA!! QUE SU FERIA ES UN PRIMOOOOOR!!!

Los esperamos.

Por cierto, si quieren leer a alguien que escribe mucho mejor que yo aqui les dejo el vinculo al blog de Tania, tambien conocida en los bajos mundos "tuiteros" como "Mala Calaña".













4 comentarios:

Cloti Montes dijo...

Precioso proyecto, niña y una forma maravillosa de darnos a conocer tu país.
San Marcos es el patrón de mi pueblo donde la fiésta más importante también se celebra el 25 de abril.
Bssssss
Cloti

Maite dijo...

Que interesante Karen, me apunto a leer cada una de esas entradas.
Pasarlo muy bien en la feria, y porfa compra ese pollo rosa!!!!
bsts. maite

momentoparapensar dijo...

Me alegro mucho de leerte otra vez. Seguiré tus entradas sobre tu país. Qué buena idea. Disfruta con tu hija de la feria y sigue escribiendo. Besicos de Haya.

costi de kairós dijo...

por favor, quiero un recorrido por todos los estados; de verdad, no dejes de hacerlo. Cuando estuve en México, le traje de regalo a Cloti una manta de San Marcos, que tienen fama de ser las más calentitas.